Los legisladores desoyeron la enorme movilización de la semana pasada en defensa de la educación pública, gratuita y de calidad.
El veto a la Ley de Financiamiento Universitario fue convalidado en la Cámara de Diputados por 160 votos afirmativos, 84 en negativos y 5 abstenciones. El texto, que había sido aprobado por ambas Cámaras del Congreso y luego vetado por el Presidente, buscaba ampliar el financiamiento de las universidades nacionales para garantizar su funcionamiento y actualizar los salarios docentes y no docentes.
En paralelo a la discusión en el recinto, organizaciones estudiantiles y de izquierda se concentraron frente al Congreso Nacional para respaldar el rechazo al veto a la Ley de Financiamiento Universitario. En medio de fuerte operativo de seguridad, se cerraron las calles de la zona. Previamente, estudiantes de las facultades de Filosofía y Letras y de Psicología de la UBA votaron en asambleas la toma de las sedes por 48 horas.
En tanto, los sindicatos universitarios rechazaron el incremento salarial del 6,8 por ciento ofrecido por el Ministerio de Capital Humano por considerarlo insuficiente, aunque desde la Casa Rosada anunciaron que el aumento salarial se otorgará por decreto.
El bloque del PRO y los gobernadores “peronistas” de Tucumán y Catamarca, Osvaldo Jaldo y Raúl Jalil, respectivamente, fueron la llave para bajar el proyecto. También fueron fundamentales las gestiones del chubutense Ignacio Torres y el misionero Hugo Passalacqua.
Aunque la oposición logró reunir 160 votos, no llegó a los dos tercios necesarios para insistir con la ley. El oficialismo perdió a tres «héroes», pero llegó a los 84 votos, mientras que 5 diputados se abstuvieron, cuatro misioneros de Innovación Federal y uno de los cinco radicales con peluca.
Toda la atención recayó sobre la cordobesa Alejandra Torres, pareja del ex ANSES Osvaldo Giordano, y la catamarqueña María Fernanda Ávila. Mientras que Torres adujo que contrajo Covid luego de un posteo por Twitter en el que anunció que hubiera votado a favor de las universidades, Ávila estuvo en el Congreso, pero se quedó en su despacho.
Ante esta situación, el Partido Justicialista de Catamarca emitió un comunicado recordando la importancia que tenia defender la universidad pública y su financiamiento en estas instancias apuntando a la ausencia de Ávila “La ausencia de una diputada de nuestro espacio, sin ninguna razón de fuerza mayor que lo justifique nos obliga a repudiar su comportamiento”.
Además, el documento dedica un párrafo a recordarle a cada legislador que “Somos hijos de la universidad pública gratuita y de calidad, a ella nos debemos”. “Nos votaron precisamente para defender los valores que este gobierno destruye”.